Mío

Andaba,desesperanzada,
prácticamente arrastrada,
por las calles embriagadas,
volaban libres sus lágrimas,
unas danzaban alegres,
otras,muy angustiadas,
por desconocer su destino,
el viento las empujaba,
y a cada paso que avanzaban,
una ilusión se apagaba,
un sueño se resquebrajaba,
una sonrisa cesaba,
una caricia se hacia áspera,
una tormenta,alegaba,
"No deberíais haber salido..
pues quien huye a su destino...
da igual lo temido...
nadie encuentra escapatoria
a la humilde misericordia
que implora quien no es querido,
se rinde,aún sin sentido,
del libre albedrío
que aún concebido
no oye quien no es oído
¿y aún tienes dudas del por qué de lo ocurrido?"
Pero una lágrima,curiosa,
quería no haber salido,
quería negar lo evidente,
cerrarse a lo atrevido,
Y así,intentó centrarse,
en agarrarse a algo vivo,
buscaba,mientras volaba,
intentaba desesperada,
no chocar contra nada.
Tonta lágrima,pues si chocaba,
sin vida quedaba,húmeda aún,
se desintegraba.
Aún así seguía buscando.
Única lágrima fiel a su casa.
Encontró un príncipe instalado,
cerca de una cabaña.
Ilusa,pero entusiasmada,
se acercó a su cara.
e inerte quedó esa lágrima,
aún muriendo,no desolada
pues el príncipe asombrado.
miró a su alrededor,
vió una casa,vió una flor.
Y entre malezas estaba,
quedaba desparramada
la mujer desesperanzada.
El amor surjió de la nada.
Él una sonrisa,
ella una mirada,
una ayuda,
una esperanza,
y con una caricia expiraban
las últimas lágrimas
que poseía esa humilde dama.